La crisis medioambiental relacionada con los residuos plásticos y el daño que provocan a los ecosistemas, a la vida animal y a la de las personas, no es fácil de dimensionar y se hace necesario encontrar soluciones eficientes y eficaces para enfrentarla. En la actualidad, solo un 30% del plástico producido sigue en uso y si bien el reciclaje aparece como una solución, se estima que sólo un 9% del plástico desechado ha sido reciclado. El estudio Trazabilidad y contabilidad del plástico mediante el sistema A.P.A. (Atributos para Almacenaje), sugiere ocupar un sistema de código de barras para trazar y contabilizar los plásticos, lo que también es aplicable a muchos otros materiales. Esta posibilitaría un control efectivo del material, al mismo tiempo que abriría nuevas oportunidades comerciales en el rubro del reciclaje.

Este estudio fue elaborado por Clara Salina, José Antonio Ruette, Juan Pablo Sanguinetti y María Lillian Allen, Consultores de la Unidad de Cambio Climático, División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y coordinado por Joseluis Samaniego, Director de la misma División, en el marco del programa EUROCLIMA+ y con el apoyo de la presidencia de la COP 25. La propuesta es utilizar una herramienta digital (blockchain), que hace posible alcanzar la trazabilidad y contabilidad efectiva del plástico circulante en las economías de América Latina y el Caribe.

¿Cómo? Con el sistema APA se crea un registro que contiene toda la información relevante de cada producto en su contenido de plástico, como el peso y tipo de plástico almacenado, en un padrón digital asociado al código de barras de los productos comercializados. Luego se asigna a cada producto un valor equivalente en cadena de bloques, que va circulando entre los diferentes actores del ciclo económico (productores, comercializadores, usuarios y recicladores), permitiendo rastrear efectivamente el material y controlar su circulación en forma eficiente. Los datos almacenados, incorruptibles y públicos, permitirán generar estadísticas útiles para la economía, las responsabilidades legales y tributarias y la fiscalización. Esta tecnología ya se encuentra desarrollada como “demo” y está lista para entrar en la segunda fase de su desarrollo.

Las exigencias del mercado apuntan al crecimiento de la producción de plástico, lo que hace fundamental lograr que una cantidad cada vez mayor de sus residuos permanezca en el ciclo productivo mediante el reciclaje. A nivel mundial existe una serie de iniciativas, públicas, privadas y mixtas, orientadas a perfeccionar sistemas de recolección, a crear una mayor conciencia medioambiental, a valorizar los materiales reciclados y a desincentivar la producción de plástico de un solo uso. Se han creado organizaciones, se han implementado diferentes políticas públicas, se han redactado leyes. Sin embargo, un problema que queda sin aparente solución es el de la trazabilidad y contabilidad del plástico circulante. Lograrlo, permitiría desarrollar un sector económico basado en el reciclaje, cuyo tamaño corresponde al del desperdicio actual. Se trata de una solución ambiental que crearía una nueva economía.