Ser los anfitriones de la COP25 constituyó un hito para Chile. Esta cumbre fue también un espacio idóneo para fomentar el trabajo del voluntariado, personas que con su talento, tiempo y compromiso, contribuyeran para llevar adelante el programa de este evento. El número de postulantes, superó con creces las cerca de 3.000 vacantes que era necesario completar. El Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), con el apoyo técnico de voluntarios de la ONU, estuvo a cargo de capacitar a los ciudadanos nacionales e internacionales con experiencia para realizar contribuciones sustanciales en todas las áreas del evento.

Para la ministra de Medio Ambiente y presidenta de la COP25, Carolina Schmidt, los voluntarios son el corazón de las Conferencias de las Partes. Puso énfasis además en que la agenda ciudadana de esta versión en particular, busca sensibilizar, educar y comprometer con acción climática, hábitos de vida diaria y consumo sustentables.

En 2019 se contrató a dos especialistas del programa de ONU Voluntarios, quienes cuentan con amplia experiencia en materia de reclutamiento e entrenamiento costo-eficiente de voluntarios nacionales e internacionales. Con ellos se logró capacitar a 3.000 voluntarios de los cuales alrededor del 10% fueron extranjeros. Las capacitaciones se realizaron de manera presencial y virtual, en la que se impartieron conocimientos sobre la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con especial atención al cambio climático y la UNFCCC. Se contrató los servicios de una plataforma de gestión de programa de voluntariado web y dispositivos móviles en Android y Apple iOS. Esta plataforma está diseñada para administrar desde el registro de postulantes hasta la emisión de certificados y resultados finales del programa, así como para la selección y asignación de voluntarios en cada una de las áreas funcionales de la COP25. Dado el cambio de sede a Madrid, y que el aporte UE no podía materializarse en uno de sus países miembros, el Programa de Voluntarios se congeló.